viernes, 27 de noviembre de 2020

Galleta de animalito

 

Antes extrañaba recostarme y recargar mi cabeza sobre su panza. Extrañaba que al estar cerca de él, su brazo, casi de forma automática, se estiraba hasta alcanzar mi espalda y así postrar su mano para comenzar a sobarme. Eso hacía en cualquier momento y si en ese momento lo necesitaba, la sensación era magia. 

Antes me molestaba que a la menor provocación se inspirara para hablar en público, tanto que cada amigo atesora en la memoria un brindis, un discurso o una canción. La fiesta era importante, pero la música era por mucho más relevante. La guitarra, las congas, el teclado, su voz. Cantar era su pasión, desbordarse en sentimientos de gozo o de romance fue su regalo al mundo.

Antes me fastidiaba que a donde fuera, alguien lo conocía...como a las galletas de animalitos. Pero después, después me asombra que me reconozcan por él. Después extraño saber que está aquí. Que me aliviane, que me haga fuerte. Extraño a mi papá.

viernes, 17 de abril de 2020

Sin poder extrañar


Es que sumas y restas, confirmas y niegas. 

Vibro y lamento, sueño y pienso.

Vivo y siento.

Porque eres experiencia.

Eres yo.