miércoles, 5 de marzo de 2008

galletas


Además de ser un gusto preparar postres, hornear ha resultado ser un distractor bastante relajante. Me agrada no tener tiempo para pensar en otro asunto que no sea: "¡que no se me queme!" ... es muy rico y reconfortante el aroma que despiden los postres durante su cocción.
Al estar todo listo después de unas horas la casa esta cálida y llena de aroma, poder sentarme a comer y decorar, o decorar y comer, acompañar con un cafécito, un técito o simplemente leche... sss!!!... saber que soy culpable de disfrutar tranquilamente un postre rico, me hace sentirme bien... (oh sí, soy adicta a las galletas)