domingo, 12 de junio de 2022

Yo, en cualquier momento, no importa cuando leas esto: Te quiero mucho mucho

Dice una canción de ElsayElmar que "si yo decía la verdad entonces sería obvio que él también lo hacía".

Un día me atreví a decir en voz alta que tengo miedo, pero no me pongo atención.
Sucumbí a las palabras, a las llamadas, a la deslumbrante idea de la conexión y dije te quiero mucho.
Cómo es que despojan de todo valor un te quiero?
He concluido que se usa como una preposición, un elemento para formular frases correctas y entonces no importa haber hablado de mi miedo, porque son solo letras de una oración.
Me pregunté por qué dejé avanzar los días? por qué me aguanto mis malestares? Por qué justifico su egoísmo?
De pronto, durante una conversación, entiendo que mis relaciones amorosas me han llevado a creer que recibir migajas es amor, que mi vicio es rogar por consideración.
Estiro todo lo que puedo el momento de hablar, me convenzo de que ha sido poco el tiempo juntos, que no ha sucedido nada malo muy malo, que debo confiar.
Lo cierto es que ello es reflejo de que no me he involucrado en relaciones seguras, que no hay paz, no hay respeto y tampoco hay comprensión.
Mis te quiero estaban llenos. Se terminó porque mis temores tenían razón, no eran espacios sinceros.
Y aquí estoy, aprendiendo. Reconociendo que debo ser la vara con la que mido, y si yo existo habrá quién haga segunda. Yo sé querer bonito.