domingo, 12 de mayo de 2024
Llegar aquí, estar aquí
Desde que tengo memoria de mi ser, me recuerdo extraña. Un bicho raro, ha sido la frase para describir mi forma de ser. Cuestionaba mucho las razones por las que debía cumplir con tantas expectativas: las de mi mamá, las de mi papá, las de mis abuelas, las de la escuela; y me molestaba no estar segura de si “yo” era porque “yo” quería ser o si se trataba de ideas de alguien más. Eso que se movía en mi interior debía convivir con el mundo exterior y me causaba conflictos. Un día me di por vencida, dejé de discutir con el mundo y las personas que me rodeaban, y tristemente lo intenté…ser la hija que mi papá esperaba y ser la mujer que mis abuelas querían. La buena noticia es que nada en mí se murió, mi persona sólo estaba atrapada. Como no me daba cuenta de lo que ese encierro estaba provocando, mi cuerpo se enfermó y me ayudó a voltear hacia el interior, hacia lo importante. Los cambios que generó despertaron un fuego, que más que arrasar con todo, me dio energía. De inicio fue el coraje lo que me atrajo a donde estoy, se transformó luego en una indignación que me permitió actuar, hacer algo al respecto. Hoy, aunque a ratos me canso de tener esperanzas, estar aquí se lo atribuyo al fuego.
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